Testemunhos dos colaboradores que estão na linha da frente
Quando la vida me dio a escoger entre el miedo, o mis entimientos mas profundos, no dude ni un minuto en hacer aquello que me hace feliz, aquello en lo cual trabajo 8 horas diarias dando lo mejor de mi.
En estas semanas, nuestro Centro Comunitario, se convirtio en el escudo de muchas personas que creen en nosotros y eso es lo que nos hace perder el miedo, saber que estan a nuestra a espera con una sonrisa en sus rostros y nosotros llenos de amor decirles que todo va a estar bien, mismo que en ocasiones se nos llenen los ojos de lagrimas y nos suspire el corazon.
Saber que hay alguien a nuestra espera mismo que no sea familia, mismo que no nos conocemos, es lo que me mantiene anciosa por estar en mi trinchera de combate y resistir hasta el final, y cuando todo acabe voy a poder decir….
– Parece que el ciclon ya se fue y ya se pueden ver las estrellas
– Parece que la vida cambio y yo cambie con ella.
Amar al projimo es amarse a uno mismo, no se puede desistir de aquellos que confian en nosotros solo por miedo.
Quiero darle las gracias al Centro Comunitario por no desistir y darle una muestra de respeto y amor a nuestra comunidade.
(Mariuska Ávila – colaborada do Centro Comunitário)